martes, 20 de octubre de 2009

Ronaldinho: 4 años después


19 de noviembre de 2005. Seguramente esa fecha no le diga nada. A menos que sea usted culé. Si es así, recordará ese día como el día en que el Barcelona de Rijkaard profanó el Santiago Bernabeu con un sonoro 0-3 de la mano de un maravilloso Ronaldinho que recibía el elegante, aunque doloroso, aplauso de la parroquia merengue, representativo de cómo los blancos reconocían el fin del ciclo galáctico para dar paso a un Barcelona que ganaría el doblete ese año. Casi cuatro años más tarde, hoy vuelve el otrora mejor jugador del mundo a la catedral galáctica, y las posibilidades de que se repita algo parecido a lo de 2005 son, como poco, remotas.

Y es que, aparte del astronómico salario, la dentadura característica y la melena negra, poco queda del brasileño que conquistó con su alegre fútbol todos los trofeos individuales y colectivos hace menos de un lustro. Ahora, en el Milan, los rivales no le temen, su estado físico es decadente y es más conocido en Italia por su afición a los locales nocturnos que por su entrega en los entrenamientos vespertinos. Cada poco tiempo surge la noticia de un nuevo plan de entrenamiento que devolverá a aquel jugador con sonrisa de niño y superioridad de gigante a su mejor nivel, pero lo cierto es que a menudo cuesta encontrarle en el once titular de un Milan en el que los jugadores decisivos brillan por su ausencia.

Muchos apuntarían al mal estado del club rossonero como motivo para explicar el bajo rendimiento de Ronaldinho. Pirlo, Gatusso, Inzaghi, Nesta o Seedorf no son los mismos que conquistaban la Liga de Campeones años atrás en dos ocasiones. A ésto hay que sumarle la marcha de tres referentes: Kaká, el líder en el campo; Maldini, el líder en el vestuario; y Ancelotti, el dueño del banquillo. Huérfanos de estas tres significativas figuras y con un vestuarios en el que en lugar de sobrar talento, sobran años, la escuadra lombarda se pasea por la mitad de la tabla de la Serie A y en Europa genera dudas por su derrota en San Siro ante el débil Zurich suizo.

Lo cierto es que el Milan poco o nada se parece al mejor Barcelona de la era Rijkaard, pero también debemos recordar que el brasileño rindió insultantemente mal en su último año blaugrana. Al parecer, las contínuas renovaciones de contrato que su hermano, Roberto de Assís, le conseguía bajo amenaza de irse al Milan no le incentivaban lo suficiente para acudir todos los días a entrenar junto con sus compañeros, con los que no tenía una relación precisamente idílica (al menos con algunos de ellos). El Barcelona se vio obligado a venderle por un valor de 25 millones de euros, cifra baja respecto a lo que ofrecía el propio Milan o el Chelsea sólo un año antes, aunque muchos en el Milan consideran esa cifra delirantemente alta debido al rendimiento del brasileño.

21 de octubre de 2009. Ronaldinho volverá a pisar el césped del Santiago Bernabeu y todos recordaremos aquel día de otoño en el que todos los aficionados al fútbol vieron como Ronaldinho acaparaba todos los elogios y aplausos (incluidos los merengues). Será difícil que el brasileño vuelva a impresionar a tan exigente público, pero estoy convencido de que agradecerán cualquier detalle de su fútbol único. Todo el mundo del fútbol añora sus galopadas, sus golazos, sus regates y su sonrisa burlona. De momento, tenemos el clavo ardiendo: este fin de semana fue decisivo para en la remontada del Milan ante la Roma, transformando un penalti y dando una maravillosa asistencia, marca de la casa, a Pato. Ojalá, sea o no en el Bernabeu, podamos volver a vivir aquel espectáculo del 19 de noviembre de 2005.

4 comentarios:

  1. Vaya partidazo se marcó Ronaldinho en esa noche. Mítica para recordar, sin duda. Tengo ese partido en mi hemeroteca, aunque cada vez que lo veo, es más doloroso que placentero.

    Una oda al fútbol, fue ese partido.

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  2. Es curioso ver como el Barça siempre sale al Bernabeú mucho más valiente que el Madrid en el Camp Nou.

    Es de destacar la excelente actuación del astro brasileño que tenía todo para ser un histórico al nivel de los más grandes. Pasará por el fútbol como una estrella fugaz que brilló fuertemente 2-3 temporadas asombrando al mundo.

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  3. Es curioso lo que dice Alberto, jugadores como Ronaldo y Ronaldinho, que realmente arrasaron individualmente en todos los campos y destrozaron literalmente a sus rivales, pasarán a la historia como jugadores-fogonazo (aunque Ronaldo supo reinventarse, será recordado aquel del Barça y su primer año en Milán).

    Sin embargo, Zizou, cuyo dominio fue muchísimo menos avasallador, es considerado por muchos como el quinto grande. El francés nunca tuvo una temporada comparable a las de Ronaldo o Ronaldinho (o incluso la de CR hace 2 años), no ya solo en goles y asistencias, sino en cuanto a el terror que rodeaba la figura de éstos; pero parece que al final la historia no recuerda cuán aplastante fue tu superioridad sobre el resto de rivales, sino saber mantenerte en un buen nivel durante mucho tiempo.

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  4. Ronaldinho se cansó de ganar. Una vez conquistó Mundial, Ligas, Champions, etc, se cansó de competir y se abandonó más que antes aún. Es lícito. Una pena, pero lícito. En mi opinión, el mejor Ronaldinho le sacaba un cuerpo entero al mejor Zidane, sin ninguna duda. Creo que el problema de Ronaldinho es y fue meramente motivacional. Una muestra más de lo que depende el cuerpo de la cabeza y de que se juega como se vive.

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