miércoles, 17 de febrero de 2010

Las opciones en la medular para Manuel Pellegrini


Un equipo debe ser sinónimo de organización. Todo buen entrenador se adapta al equipo a la que va adaptando sus gustos futbolísticos a la plantilla de la que dispone. Debemos tener claro que el deporte profesional es sinónimo de rendimiento. Poco a poco, ese entrenador va buscando la manera de adaptar al equipo a sus gustos.

Manuel Pellegrini plantea un fútbol básico y un camino para hacer que sus equipos lleguen a la excelencia futbolística. Siempre consigue que sus equipos alcancen un nivel competitivo notable y una velocidad de crucero para sumar sin llamar la atención. No tiene la virtud de cambiar inercias, pero tampoco busca provocar.

Quiere que todos sepan su rol en el equipo, nunca emplea demasiados jugadores. La norma no es obligación, en el Real Madrid CF empezó tirando de todo el plantel. Llegó al equipo blanco y la situación le hizo perder su estilo y sus registros. Las plantillas largas le superan, no quiere conflictos y quedar bien con todos es la solución.

Arjen Robben y Sneijder eran sus jugadores, los vendieron. Raúl a calzador. Los de dentro y los de fuera empezaron a protestar. El chileno, desbordado por un equipo sin criterio aunque con una pegada descomunal, metió en la nevera a Granero por su incapacidad para darle un toque de atención a un Cristiano Ronaldo desafiante.

Medio del campo

Mediocentro defensivo

Su principal misión es ser el factor corrector del equipo. Siempre tiene que estar pendiente de equilibrar el equipo y situarse entre los centrales si los puntas del adversario intentan separarlos. Además, debe vigilar las entradas de sugunda línea del equipo. Es un jugador táctico y con envergadura. No tiene gran recorrido físico y no necesita ser muy veloz porque su principal virtud debe ser la colocación.

Medio centro recuperador

Su principal misión es presionar al balón, atosigar al mediocampo rival para que no jueguen fácil y empujar a su equipo para recuperar rápido y generar contrataques. Realiza faltas con frecuencia si lo desbordan. Necesita interiores disciplinados que le suplen en su posición porque es un jugador de recorrido. Es un jugador físico, rápido y con el centro de gravedad bajo.

Mediocentro distribuidor

Su principal misión es mover la pelota con fluidez y conseguir que la velocidad de balón sea muy alta para que los delanteros consigan recibir en ventaja. No cumple bien con las labores defensivas si su equipo tiene el balón porque en el momento en que tiene posesión, tiene que buscar líneas de pase y descolocarse para facilitar el pase fácil al compañero. Es muy técnico, con unas buenas estadísticas de pase. Suele jugar fácil priorizando no perder y circular fácil al pase decisivo. Debe dominar el juego al primer toque y los cambios de orientación.

Doble pivote

Su funcionamiento es similar al de los centrales. Cada uno tiene su zona y basculan en función de la situación de la pelota. Si la tiene el interior izquierda del adversario, el pivote que juegue por la derecha se acerca hacia la pelota y el pivote que juegue por la izquierda se mete entre los centrales.

La mejor opción es un doble pivote: Lass con Xabi Alonso y el cambio ofensivo de Granero. La entrada de Mahamadou Diarra es compleja. Guti es otra opción para la medular, su criterio es igual de irregular que su rendimiento. Una variante para intentar crear juego sería la de Rafael van der Vaart, aunque se desenvuelve mejor por detrás del punta.

sábado, 13 de febrero de 2010

Media verdad, media mentira.



Cuando me preguntan que es la prensa para mí. Es simplemente un medio de información.

La respuesta es simple, pero ¿qué es hoy en día la prensa?

Particularmente, respondo siempre que es unas palabras escritas por un periodista que le digan lo que cuenten y que no cuenta verdaderamente lo que dice.

Y parece ser, que mi utópica respuesta, cada día se convierte en más realidad. Dicha realidad, es la distorsión de la veracidad, falta de rigor periodístico, falta a la verdad, por sentir una tendencia de un grupo editorial, radiofónico o televisivo. Falta de ética, y vender más sensacionalismo que el de la tan defenestrada “prensa del corazón”.

Artículos más abajo, un compañero bloguero, hacía una referencia a la imagen del fútbol, a que ya no es la esencia que teníamos antes.

Honestamente, le doy la razón. Ese cambio, también llega a los medios. Y ha llegado, cuando los medios dejan de ser los primeros en informar, y en ser los primeros en coartar la veracidad de la información.

“Cuenta lo que quieren escuchar”; “Escribe libremente sin decir que…”; “No saques eso en directo, antena”; “No grabes esto”.

El porqué de estas cuestiones y el fin…son siempre los mismos: dinero, ignorancia y parte de verdad, (verdad sosegada).

A esta resolución he llegado, habida cuenta de los medios deportivos que tenemos en España…que son “estatales”.

Si me lo dicen hace un lustro y algo más…entonces me hubiese callado y probablemente este artículo no sería escrito.

Pero, ahora…la verdad está distorsionada. Distorsionada por el servilismo que muchos le profesan a los clubes…que estos clubes representen una opción política, que a su vez sea influyente en la sociedad.

He ahí la falta de sinceridad del periodismo en general, no cuenta toda la verdad…es mala.

Eso sí, fomentan rumores…rumores que hacen crear un “run run”, entre toda la gente ignorante o simplemente influenciable por los medios.

Que sirve siempre para dar juego, para que siempre se hable de ello…porque es noticia. Pero…que pasa cuando las noticias se parecen más a preguntas fuera de ámbito deportivo? Qué pasa cuando el equipo al que rinden pleitesía, no tiene juego…? Crean una guerra…una guerra, batalla…absurda (como todas) por lograr hacerse con el “control mediático”.

Y el resultado de todo…es siempre negativo. Negativo para la prensa, porque ya está manchada su imagen con la vinculación a un club determinado, negativo, porque nosotros somos los primeros engañados. Negativo, porque el periodista no hace que su labor sea loable, y transmitir la noticia y la veracidad de la misma. Negativa por el periodismo, por existir los medios.

Parece ser, que no se puede ser imparcial, que se ha de tener editoriales representativas al servilismo mediático de un club. Porque, un imparcial no vende, porque un medio justo, no importa…importa vender, representar una idea que fomente una tendencia…y esta no es la línea a seguir.

Esta es la razón, de porque se necesita el cambio…menos ventas, y mayor veracidad.

Y por supuesto, los entendidos y los no tan entendidos del fútbol pero que saben apreciar su labor, sin duda serán recompensados.

domingo, 7 de febrero de 2010

Ayer el Getafe no supo aprovechar la debilidad del Barça














La verdad es que al planteamiento de Míchel no se le puede poner ni un sólo 'pero'. Sacó sólo un centrocampista defensivo (Boateng), con la intención de colocar al equipo arriba, presionar, y tocar en campo azulgrana.

Y lo cierto, es que consiguió que el Barça no combinara con tanta fluidez como nos tiene acostumbrados, y que sus ocasiones llegaran fruto de la calidad individual, o de fogonazos producto de asociaciones puntuales entre jugadores culés.

A pesar de eso, el Getafe no pudo evitar el gol del Barça. Pero más adelante llegó la expulsión de Piqué, y ahí el Getafe debería haber dominado el juego, ya que al Barça le descolocó mucho la expulsión, y pasó a ser un equipo irreconocible: echó la línea defensiva más atrás, y esperó al Getafe en su campo, cediéndole el dominio.
Lo único que dominó fue la posesión del balón, pero sin peligro alguno, sólo con transiciones horizontales sin ninguna verticalidad, amén de las numerosas pérdidas de balón en el centro del campo, supongo que a causa del cansancio Copero.

Cuando Guardiola quitó a Ibrahimovic para equilibrar el centro del campo, Míchel estuvo muy ágil, y quitó a un defensa para meter a Manu, para ganar en verticalidad y en gol. Un acierto a mi juicio, pero el problema, es que el Getafe no conseguía combinar como sabe, se notaba ansiedad en el campo, se notaba que querían marcar el segundo gol, antes que el primero.

Mediada la segunda parte, llegó una asociación perfecta en un contragolpe, entre Xavi y Messi. Una diagonal perfecta de Xavi, desarboló a los 3 centrales del Getafe (ese movimiento, lo saben defender hasta los infantiles del equipo de mi pueblo), y marcó a placer.

Y ahí se acabó el partido, porque el Getafe se mostró totalmente inoperante, sin capacidad de sorpresa, y ni por supuesto, de remate. La única jugada de peligro, llegó en el minuto 92, en el penalty de Marquez a Kepa. Me quedé con las ganas de ver cómo Parejo organizaba el juego del Getafe, de ver cómo Albín volvía loco a Maxwell en el lateral derecho, y de ver cómo Soldado incordiaba a los centrales del Barça.


Me desilusionó mucho ayer el Getafe, yo pensé que contra 10 jugadores, el Getafe sería capaz de mojarle la oreja, al Barça.

sábado, 6 de febrero de 2010

José Antonio Reyes: Vuelta a empezar




Hablar en España de promesas que apuntan en lo más alto y se quedan en agua de borrajas era, hasta hace bien poco, describir la historia de José Antonio Reyes (Utrera, 1983). Procediente de la inagotable escuela sevillana, debutó con el Sevilla Fútbol Club con tan sólo 16 años en la temporada 1999/2000, la del descenso sevillista; y, con la vuelta del club a primera división, Joaquín Caparrós hizo de él el jugador franquicia de un equipo que cada temporada iba a más y cuyo techo, aún hoy, es un misterio para todos.

Regate eléctrico, llegada a gol, toque preciso, técnica exquisita y velocidad eran sus virtudes. Éstas le llevaron a debutar con la selección española de Iñaki Sáez en septiembre de 2003, apenas cumplidos 20 años, y a fichar por el Arsenal de los invencibles en 2004 por una cantidad nada desdeñable cercana a los 20 millones de libras. En Londres, José Antonio tiene el honor de formar parte de un equipo inolvidable, que conseguiría hacerse con la Premier League sin perder ni un sólo encuentro y que llegaría a disputar la final de Champions en París ante el Barcelona en 2006. La suplencia de Reyes en la misma y algunos problemas de adaptación a la vida inglesa le hicieron volver a su España natal. Tras flirtear con el Atlético, fue finalmente el Real Madrid de Fabio Capello el que consiguió su cesión. Reyes sería clave para el título liguero anotando dos goles al Mallorca en la última jornada. Pese a esto, el utrerano no fue importante para Capello y volvió a verse en Londres antes de empezar la temporada 2007/2008.

En este momento aparece el Atlético, que ya había rozado su incorporación una temporada antes y paga 12 millones de euros por el ya ex-jugador gunner. La carrera de Reyes parece ir cuesta abajo y la afición del Calderón no le perdona su pasado blanco, pero Reyes ve la oportunidad en el Manzanares de ser titular en un equipo de renombre y por fin demostrar su valía. Javier Aguirre, entrenador colchonero en aquella época, no le concede oportunidades y el utrerano se ve condenado al banquillo mientras Simao y Maxi ocupan las bandas de un equipo que se mete en Champions después de varios años dando tumbos en primera. De nuevo Reyes está fuera de los planes de su entrenador, y es Quique Sánchez Flores el que reclama al utrerano para su Benfica. Mediante una cesión por un año con opción de compra, Reyes vuelve a disfrutar del fútbol en la Superliga portuguesa, pero Quique deja de ser el míster de "las águilas" y el Benfica, pese a intentar hacerse con el jugador, no llega a un acuerdo con el Atlético.

Al inicio de la presente 2009/2010, Reyes se encuentra en el Atlético, donde aparte de su pasado madridista, la sensación de que es un futbolista vago, con carácter inestable y en prematura decadencia hacen que el Calderón le dedique una sonora pitada cada vez que el jugador asomaba la cabeza del banquillo del Manzanares. En ese mismo banquillo, el entrenador, Abel Resino, ve como cada día se le agota más el crédito, al caer el equipo eliminado de forma fulminante en la fase de grupos de la Liga de Campeones y hacer el ridículo en liga.

Llega Quique Sánchez Flores al Atlético, y con él, la luz para José Antonio. El utrerano consigue por fin un puesto de titular en detrimento del intetrnacional argentino Maxi Rodríguez, y sus buenas actuaciones y voluntad consiguen revertir todos esos pitos en ovaciones del Calderón. En un ambiente enrarecido por la inestabilidad en liga, maquillado por buenas acciones en Copa del Rey, la recuperación de Reyes para la causa es una de las pocas notas totalmente positivas del Atlético de Quique. Ha dejado de ser ese jugador que dejaba un detalle en cada intervención, pasando a ser un extremo más funcional y sacrificado, consiguiendo, pese a estar lejos de su mejor nivel, cumplir con creces cada semana. En un equipo lleno de jugadores consagrados cuya actuación parece depender de una decisión tomada a cara o cruz, Reyes ha hecho de la regularidad su mejor virtud y tiene, muchos años después, motivos para volver a sonreir. El fútbol y Quique le han dado una enésima oportunidad a Reyes, y parece que esta vez tiene ganas de volver a empezar.

jueves, 4 de febrero de 2010

Ligue 1: ¿El comienzo de un nuevo imperio?




La mayoría de los clichés referentes a Francia no son más que eso, tópicos sin base. Los franceses no sobreviven a base de baguettes y croissants, no llevan finos bigotes ni boinas caídas a un lado. Ni siquiera pasan las horas muertas en los cabarets (bueno, al menos la mayoría no lo hace). Sin embargo, hay una etiqueta que siempre se ha adjudicado a los franceses con bastante razón: la de revolucionarios. Pioneros de la Révolution y maestros de la protesta, los galos son expertos en derrocar reyes y extinguir regímenes, exaltando la libertad, ensalzando la igualdad, y, casi siempre, esgrimiendo armas afiladas.

Hoy día, el gobierno ha de andarse con pies de plomo: sabe que en cualquier momento una mala medida o una injusticia pueden llevar al pueblo francés a la huelga y la protesta (algo de lo que probablemente deberíamos tomar nota en otros países). Como en la mayoría de los casos, esta idiosincracia ha acabado reflejándose en el mundo del fútbol.

Tras pasar unos años siendo muy reñido y disputado, Le Championnat ha pasado la mayor parte de la década gobernado con mano férrea por el todopoderoso Olympique Lyonnais. Ya antes hubo reinados de larga duración (como el del Saint-Etienne en los 60 y 70, o el del OM de Papin a finales de los 80), pero ningún equipo había dominado el torneo durante siete años consecutivos. Los mejores jugadores del país se reunían en el Stade Gerland, nada se podía hacer ante los Juninho, Edmilson, Essien, Diarrá o Benzema.

Era evidente que, tarde o temprano, su racha acabaría: la afición francesa se cansaba del Imperio, y pedía sangre nueva en la cúspide de la tabla. No fue hasta la aparición de un líder carismático, Laurent Blanc, que el Olympique acabaría encontrando a la horma de su zapato. Blanc agrupó a su alrededor a libertarios de alto nivel, como Chamakh, Fernando, Alou Diarrá, Jussié o el recuperado para la causa Gourcuff, que acabaría siendo el abanderado del movimiento Girondino.

El año pasado, los de Burdeos consiguieron su objetivo y ganaron la gloria. El antiguo régimen había caído, y la revolución había triunfado. Sin embargo, lo que parecía que sería una vuelta a los campeonatos disputados, podría ser el comienzo de un nuevo periodo de dominio, esta vez a manos de los girondinos.

Tras coronarse en Francia, el Girondins sorprendió este año con su brillante clasificación europea, pasando por delante de Bayern y Juventus, ejericendo un fútbol atractivo y efectivo. El equipo ha conseguido retener a sus cracks pese a los cantos de sirena provenientes de otras ligas, y la conexión Gourcuff-Chamakh sigue causando estragos allá por donde pasa. Blanc lo tiene complicado, pero ha demostrado ambición y quiere dejar claro en Europa que hay vida más allá de la Premier o la Liga.

En casa, el Lyon está sufriendo las consecuencias de su derrota. Pese a haberse reforzado bien, parece que el Licha López y Bafé Gomis, aun siendo grandes jugadores, no pueden llenar entre ambos el hueco dejado por Karim Benzema. Con una defensa frágil y envejecida y un portero, Lloris, capaz de lo mejor y lo peor, su único consuelo es ver explotar a su joven perla, Miralem Pjanic, uno de esos jugadores "diferentes", que dará que hablar en un futuro no muy lejano.

Hasta entonces, el viejo emperador sólo puede pelearse con otros grandes caídos como Monaco, OM o PSG por las migajas de los puestos europeos. Nada parece amenazar el imperio girondino, y el segundo título consecutivo es más que probable... Pero aún queda una posibilidad.

La nueva revolución se está gestando en Montpellier. Un recién ascendido se ha hecho con la segunda plaza de la tabla, superando a grandes y pequeños. Humilde, desconocido, basado únicamente en el trabajo duro y el esfuerzo, parecía una locura hace unos meses pensar que un equipo sin estrellas pudiera aguantar en esa parte noble de la tabla. Pese a todo, el Montpellier aguanta. Hoy día ocho puntos le separan del líder, una distancia grande, pero no insalvable.

¿Confirmación del nuevo Imperio o revolución de los humildes? Los próximos meses lo dirán. Lo que está claro es que los aficionados a Le Championnat disfrutaremos descubriéndolo.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Por la boca muere el pez


El refranero español, como el de cualquier país, es sabio. Por viejo y por diablo. Conviene ser consecuente con lo dicho trabajando en un medio de comunicación para no correr el riesgo de que, cualquier día, alguien tenga la tentación de convertir tus avispadas pesquisas en una contradicción vergonzante. Conviene tener buena memoria, y más en los tiempos que corren donde el acceso a la información está tan al alcance de cualquiera, para no ser víctima del ácido y preciso refranero español, cargado éste de afiladas sentencias tales como "Donde dije 'digo', digo 'Diego" o la frase que encabeza el presente escrito.

Me referiré concretamente al insigne Alfredo Relaño, director del diario As. Tipo afable, reflexivo y de verbo reposado, de dilatada trayectoria, bastante sensato en líneas generales pero desmemoriadamente madridista.

Empezaba el año 2002, año en el que el madridismo celebró su centenario ganando la Novena en Glasgow, donde Zidane dejó para la posteridad el mejor gol anotado jamás en una final continental. Era el mes de enero, el Madrid empezaba a engrasar la máquina y Zidane, el buque insignia de la incipiente Galaxia, desterraba las dudas en torno a su figura liderando el juego de los blancos. El Depor de Irureta -que luego protagonizaría el 'Centenariazo' ganándole la Copa al Madrid-, el Valencia del cuestionado Benítez -que a la postre sería campeón- y el Barça confuso de Rexach, eran los principales rivales de Del Bosque en la lucha por el título liguero.

Puestos en situación, leamos algunos de los extractos de una editorial del propio Relaño, creador del 'Villarato', ese mismo mes de enero al que nos referimos:

"Ya saben la letanía: los árbitros son del Madrid (aunque pasara lo de Tenerife), los comités son del Madrid (aunque haya pasado lo de Rivaldo y Romero), el bombo es del Madrid (aunque el Figueres le toque al Depor), Aznar es del Madrid, el Rey es del Madrid... Tremendo. Incluso Zidane es del Madrid. Llegados a ese punto, encima el Madrid tiene aliados en las instancias que deberían combatirle. Para un día que no gana, Barça y Valencia pierden, y convierten el empate de Málaga en un resultado apañadito. Estamos ante un complot de tan amplio espectro como el que acabó con la vida de JFK."

Magnífica la ironía de Relaño hablando del asesinato de JFK. Podría haber hablado de la muerte de Manolete y haber utilizado un término taurino, mucho más acorde a la editorial que ese día estaba vomitando. Echaba balones fuera alegando las ligas perdidas en Tenerife cuando la prensa de la periferia cuestionaba los arbitrajes supuestamente favorables al Madrid. "Incluso Zidane es del Madrid", decía, sin poder disimular su condición de madridista militante, de seguidor de club grande, incapaz de retener la soberbia de recordarle al mundo que ellos y sólo ellos, tienen el dinero y el poder de atracción suficiente para tener en sus filas al número uno. Y eso generaba envidias. Relaño lo sabía, sacaba pecho y tiraba la chinita.

"Barça y Valencia, los clubes desde cuyo entorno más voces indignadas se elevaron. Y es que no hay como la coartada victimista para desactivar a un equipo. El fútbol es difícil. Es duro, es cansado, cuesta no desfallecer. Déle excusas a un jugador o a un equipo y aflojará. Al Barça y al Valencia les han dado excusas y han aflojado."

Muy preciso Relaño definiendo lo que años después sería su malintencionada teoría. "Coartada victimista para desactivar a un equipo" me parece una acepción acertadísima para resumir el sentido del manido y cargante 'Villarato'.

"En realidad, eso de la coartada victimista es lo que ha reducido el papel histórico del Barça a su dimensión real: una Copa de Europa frente a ocho. El camino bueno es ignorar las injusticias del azar (una de cuyas formas es el arbitraje) y poner uno de su cuenta los mejores medios. El camino malo es repetirse como una letanía que al rival se le conceden favores y que juega con ventaja, porque eso equivale, justamente, a darse por vencido."

Bravo, Relaño. Después de su magnífico ejercicio irónico y de destripar el victimismo ajeno, se permite el lujo de teorizar sobre el lastre histórico que dificulta el éxito del barcelonismo: el lloriqueo, la madriditis.

Todo esto y más opinaba el pensador de teorías conspiratorias hace unos años. Villar, curiosamente, mandaba en el fútbol español. Como ahora. Sánchez Arminio, curiosamente madridista, era el jefe de los árbitros patrios. Como ahora. ¿Qué diferencia había? Que el que ganaba entonces vestía de blanco y el que gana ahora viste de azulgrana.

Y sí, ya sabemos que hay que vivir de algo, que hay que vender el As todos los días, que levantando bajas pasiones el aficionado medio entra con ardor al trapo, que de alguna manera hay que debilitar al eterno enemigo, etc. Pero no convendría contradecirse, ejercer la doble moral y poner en duda la honestidad del colectivo arbitral. Si el Real Madrid considera que la competición está adulterada, que abandone el campeonato. Y si algún iluminado tiene pruebas suficientes que demuestren tal paranoia, que lo denuncie judicialmente. Mientras tanto, deberían procurar no insultar la inteligencia del aficionado, no aburrirnos a diario con la misma cantinela estúpida y tener algo de pudor. Un mínimo de pudor, vaya, porque varios días posteriores al fuera de juego de Pedro en Gijón, infinidad de tomas de cámara distintas después y tras recurrir hasta a arquitectos para hallar el punto de fuga en la imagen, todavía no sabemos si era o no fuera de juego.

Demasiada vergüenza ajena y muy poco amor propio.
PD2: Gracias a Miguel por pasármelo.

lunes, 1 de febrero de 2010

La imagen en el fútbol




Hace un rato leía en el perfil de Facebook de un amigo la siguiente reflexión: "Ya nada es como antes. Hace 30 años los futbolistas tenían bigote y algo de barriga, no se depilaban ni se echaban gomina. En las vallas de publicidad no se anunciaba sanitas, iberdrola y samsung, la publicidad era de Veterano, whisky DYC, gin Rives y leche Pascual, cosas de la vida diaria. Ya nada es como antes.
" No entro a valorar si el cambio ha favorecido a nuestro fútbol o no, pero desde luego, el cambio es real y ha afectado a todos los estamentos de nuestro fútbol.

Que la imagen en el fútbol español tiene mucha más importancia que hace veinte años es algo que está fuera de toda duda. Ilustremos con un ejemplo: La entonces estrella del Real Madrid, Emilio Butragueño, jugaba sin calzoncillos. El astro del Real Madrid actual, que además responde a un acrónimo, se forra anunciándolos. El intrusismo de la publicidad, el marketing y la imagen en el fútbol no es malo per se, dado que responde a una demanda real de espectadores y espectadoras que comprarán unas natillas en lugar de otras si las anuncia la estrella del Atlético o se fiarán de la resistencia del 4x4 que anuncia el centrocampista todo terreno de la selección española.

Lo cierto es que la universalización de la figura del futbolista y del entorno del fútbol hace que la parafernalia que rodea a un partido de liga ya no esté dirigida sólo al perfil de varón, nacionalidad española, de 25 a 60 años, bigote frondoso, copa de brandy, cigarrillos marca Ducados, aceitunas sobre la mesa y la señora en la cocina o, en su defecto, mirando escaparates con las amigas. Es algo de lo que congratularse, porque efectivamente, el fútbol es capaz de ser entendido, analizado, discutido y sobre todo, disfrutado por cualquiera (pese a lo que piense Hugo Gatti).

Pese a ello, uno siente que cada vez el futbolista y el terreno de juego es menos importante en el fútbol. Ejemplos hay cientos: los clubes renuevan su imagen todos los años a través de su equipación (justificándolo como inspiración modernista, como recordatorio al equipo que ganó la Copa del Generalísimo en 1940 o como la imagen del Barça del futuro), y decenas de páginas web dedican todos sus esfuerzos a encontrar filtraciones de cómo será la próxima camiseta de los equipos en lugar de centrarse en quienes la vestirán; jugadores que acuden a actos de promoción de champú, posando en la alfombra roja como modelos sin quitarse sus gafas de sol marca Gucci. El problema no es que esto suceda, sino que esto sea noticia. Que el fútbol empiece a generar más noticias fuera de un estadio que dentro de él es un indicativo de que nos estamos alejando de la esencia.

Otro ejemplo: se avecinan elecciones en can Barça. Contemos la cantidad de veces que los candidatos hablarán de la imagen del club que ha dejado Laporta. Unos dirán que es el club más universal; otros, que el catalanismo del presidente ha perjudicado a la imagen del club fuera de Cataluña; unos que tienen contratos millonarios de promoción en EEUU, otros los tendrán en Corea; pero serán pocos los que hablen del futuro deportivo de la entidad. Es cierto que se presupone que el rendimiento del primer equipo es lo más importante para el club; igual de cierto es que la mitad de noticias que se generan en torno al club o son mentira o tienen muy poco que ver con el fútbol.

Un ejemplo más: los medios prestan más atención a si Cristiano Ronaldo pide perdón "al chaval este" (daba la impresión cuando lo dijo que no tenía ni idea del nombre del jugador al que había roto la nariz. Eso sí, pedir perdón limpia la imagen del futbolista), a los antecedentes en el equipo rival (para ensuciar su imagen y de paso lavar la propia) y a los antecedentes históricos (e histéricos) que al estado del jugador rival, que tiene fracturas óseas y actualmente está de baja.

La universalización del fútbol español, sumado a la Ley Bosman, ha permitido que hoy en día podamos contar en un solo partido con jugadores de la talla de Cristiano Ronaldo, Kaka', Daniel Alves, Ibrahimovic, Messi, Benzema, Touré Yaya, Keita e Higuaín. Algo impensable hace 20 años, pero si cuando todos estos juegan, importa todo menos cómo juegan, el esfuerzo es vano.