miércoles, 21 de octubre de 2009

Atlético de Madrid: Sálvese quien pueda



















El barco Atlético se hunde como el Submarino Amarillo.
Sólo 6 puntos de 21 posibles, peor arranque que el año del descenso. Y da la sensación de que no hay capacidad de reacción. Da la sensación de que cada uno va por libre.

La semana pasada, Abel Resino dijo que necesitaba dos o tres fichajes en el mercado invernal, porque la plantilla es demasiado corta, (y mala, añado yo), para las exigencias de las competiciones. Y razón no le falta. Pero a la espera de esos fichajes, que veremos a ver si finalmente llegan, el Atlético de Madrid está inmerso en un presente desolador; un presente en que el entrenador no es capaz de cambiar nada para variar el comportamiento del equipo.
El equipo no controla el juego, y sus partidos se deciden en las actuaciones en las dos áreas (el área propia, y el área rival). Unas veces, actúa bien en el área rival, y el Kun y Forlán, salvan la papeleta. Otras veces (las menos), Asenjo o De Gea, salvan los muebles. Y la mayoría de las veces, no están bien en ninguna área, como en el partido ante Osasuna, y se llevan para Madrid, un contundente 3-0.
Yo pienso que para que el Atlético deje de depender de su estado en las áreas, es que deben agruparse más, y trabajar más en medio campo, es decir, quitar un delantero, y meter un centrocampista, y jugar con un 4-3-3. Assunçao, Raúl García, y Jurado, formarían en la medular, sería un dentro del campo consistente, y a la vez creativo, algo que mejora en mucho al actual, desde luego. Y en ataque, Simao, Agüero y Forlán, son los indicados para jugar en los partidos importantes.

Por si fuera poco, antes del encuentro en el Reyno de Navarra, Pitarch disparó con bala al entrenador, y dijo que "si yo fuera entrenador del Atlético de Madrid trabajaría más y sería más exigente de lo que está siéndolo Abel Resino". Esta declaración, es indicativa de que Pitarch se ve más fuera que dentro del Atléti, y quiere llevarse consigo a Abel, quién sabe si por razones personales, o por su último servicio al club, ordenado por la directiva. En cualquier caso, son declaraciones desafortunadas, que no ayudan en nada al club.

Y mientras tanto la directiva está, como diría mi abuelo, ‘puesta por el ayuntamiento’. Viendo la pasada jornada a Miguel de las Cuevas resolver el choque del Atlético de Madrid, y a Diego Costa hacer diabluras en el Bernabéu, cabe preguntarse, qué clase de dirigentes, gobiernan esta club. Sí, son los mismos que vendieron a Heitinga sobre la bocina, sin fichar a un recambio. Con eso ya entiendes todo.
Se espera que hagan fichajes en el mercado invernal, pero si no había dinero para fichar en verano, ¿por qué lo va a haber ahora? Quizás puedan invertir el dinero de Heitinga en traer algo decente (tarea ardua y casi imposible), o sino, al Atlético le costará mucho mucho, entrar en puestos de Europa League. Y ya sabemos qué significa eso. Significa decir adios, como poco a Agüero y Forlán.

Esta noche, como era previsible, naufragaron en Stamford Bridge, ante un Chelsea, que sin hacer nada del otro mundo, arrolló al conjunto Atlético. Por encima de todo, sufrieron en el juego aéreo, donde Antonio López concedió dos goles claros de Kalou.
El Atleti dice prácticamente adios a la Champions, y quién sabe si a Europa. 1 punto de 9 avalan su desfallecimiento en la máxima competición continental.

Por suerte, Pernía está a punto de jugar de nuevo, tras volver a nacer. Quizás esto sea una señal del destino, y signifique que el Atlético vuelva a la senda de la victoria, tras estar prácticamente muerto.

2 comentarios:

  1. Club en descomposición desde hace tiempo, el mal reside en él desde que lo presidía el extinto Gil, el cual sólamente consiguió un mínimo de estabilidad con el gran Radomir Antic.

    Ahora mismo tiene una plantilla muy descompensada, un técnico completamente desprestigiado y a punto de ser cesado y una directiva de película de miedo.

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  2. El problema del Atlético, como bien apunta Petón, es ideológico. Se ha convertido en un club sin ideas, cortoplacista, donde las cosas se hacen sobre la marcha, donde desfilan directores deportivos y entrenadores y pasa el tiempo sin que nada cambie. El Atlético vive instalado en la mediocridad, y la mediocridad es el mayor obstáculo que puede tener un club que pretende grande y que se recuerda grande. Lo dicho, es un problema ideológico, de arriba. El Atlético ve pasar los años y la ausencia de títulos y grandeza como la vaca que ve pasar el tren. Desbordado, conformista y sin capacidad de reacción, el Atleti necesita una idea. Algo o alguien que emerja entre el pasotismo de Gil Marín y la incapacidad de gestión de Cerezo. El Atleti necesita una revolución.

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