martes, 22 de septiembre de 2009

El padre pródigo


De Florentino Pérez no podemos decir nada nuevo. Apareció en un Real Madrid ya ganador, revolucionó su gestión (que sería modelo de tantas otras posteriores), extendió su imagen más allá de cualquier frontera geográfica o balompédica y huyó como huye el doctor Frankenstein al darse cuenta del poder de su criatura., cuando ésta más necesitaba un padre. Después del esperpeéntico mandato calderoniano (que termina con dos ligas más en la saca blanca, una colección importante de fracasos europeos y la crisis institucional más importante de la historia merengue) la Casa Blanca necesitaba un salvador. Sangre fresca, pensábamos muchos. Pues no. No hay en la Biblia parábola que explique el retorno de Florentino al club de Concha Espina. Sería algo así como “El Padre Pródigo”. Y si alguien en la Biblia pudiera ejercer de padre pródigo, no sería otro sino Dios. Pues así se nos presenta a Florentino Pérez, nuevo Dios del madridismo.


Y es que, a pesar de lo que la lógica dictaba, Florentino ha vuelto al Real Madrid como un auténtico héroe. El entorno madridista ha recibido con los brazos abiertos al hombre que un día abandonó el barco en el único bote salvavidas disponible. Algunos medios ya le veían en el despacho presidencial tan sólo dos semanas después del escándalo de la asamblea merengue que se llevó por delante al presidente Ramón Calderón, y otros se lo pedían hasta en poesía. Poco a poco, el llano camino del ex-presidente hacia el cetro blanco se fue poniendo aún más fácil gracias al apoyo de los medios afines y la falta de alternativas. La carrera electoral fue un paseo en el que los medios se permitieron publicar sus carcajadas respecto a sus rivales y el constructor ni siquiera debió someterse al juicio de los socios para recuperar el sillón presidencial. Si alguien pensaba que la alfombra roja sobre la que pisaba Florentino Pérez finalizaría a la llegada de éste a los despachos del Santiago Bernabéu, ese alguien no podría estar más equivocado. Los nuevos galácticos consiguieron acaparar todos los flashes y portadas del verano futbolístico y capaces de equiparar incluso sin comenzar a jugar (incluso algún caso sin llegar a ser fichado jamás) los éxitos deportivos de sus rivales. Curioso también, cómo los futbolistas que un día nos vendían (de forma algo irrisoria) al nivel de los mejores del mundo a la llegada de Florentino se convertían en un estorbo en el vestuario merengue. Ya finalizado el periodo de refuerzos estivales, pudimos seguir viendo cómo algunas plumas seguían describiendo (aún en verso) las maravillas del nuevo universo florentiniano.


Dentro de los límites de partidismo aceptables en la prensa deportiva (predilección por un club u otro) se echa uno las manos a la cabeza al ver cómo los periodistas se bajan los pantalones de una manera ridículamente servil a cambio de un asiento de palco, cargando si es preciso contra lo que se defendía meses atrás con tal de estar a bien con el poder. El florentinismo total del entorno del club no perjudica sino al propio club, ya que no hay voz alguna dentro del rebaño que rodea el Bernabéu que se atreva a protestar contra el proyecto del nuevo presidente. Los que publican a diario la Biblia madridista se han convertido en un Vaticano capaz de ordenar al fiel madridista qué debe hacer y a quién debe adorar.Si al final tendría razón Butragueño...

Nota: Pese a la presencia mayoritaria de referencias a Marca, la crítica es aplicable a todos los medios escritos, radiofónicos y audiovisuales que han servido de trampolín a Florentino a la presidencia blanca.

2 comentarios:

  1. La universalización del Madrid está muy bien, pero no hay que llevarse a engaño. Fichar a los mejores jugadores del planeta y pasear al club por el mundo cobrando un pastizal por los amistosos ya lo llevó a cabo años antes Núñez al frente del Barça, con un balance económico bastante más viable y sostenible que el del actual mandatario blanco. Convendría leer un estudio realizado por un economista espanyolista: José María Gay, en el que se destaca, principalmente, que el modelo pregonado por Florentino como única vía posible es una falacia: El Madrid se sostiene económicamente por estar hipotecadísimo y por depender de los pelotazos, ni más ni menos.

    Respecto a la "esperpéntica" etapa de Calderón, decir que discrepo. Calderón fue un chapuzas, sí, y lo del escándalo de la asamblea de diciembre del año pasado solo merecía terminar en su dimisión. Pero quiero matizar también que Calderón se puso al frente de un Madrid lastrado por el galacticidio, inmerso en una profunda crisis institucional, con una plantilla vieja y aburguesada en contratos casi vitalicios y con buena parte de la prensa afín a Florentino en contra, con el desgaste que eso supone. Le dio toda la parcela deportiva a Mijatovic y eso, en mi opinión, con lo que les gusta a los directivos meterse donde no les llaman, es digno de elogio. Y Mijatovic dinamizó la plantilla, la cargó de talentos con futuro, la rejuveneció y ganó dos Ligas, sin brillo, pero las ganó.

    Para concluir, reseñar la nula capacidad de autocrítica madridista y el tono messiánico y religioso de Florentino, bochornosamente paternalista. Venga a pregonar valores como la humildad, la ética, el tesón y el trabajo para luego armar equipos mercenarios a golpe de talonario y recordarle al mundo que hay jugadores que nacen para jugar en el Madrid y bla, bla, bla, bla. Insoportable.

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  2. @ Carlos(como si escribiera alguien más):

    Con lo de Calderón, me refiero más que nada a la imagen que daba, con tanta promesa, vueltas de honor en la Romareda, etc. y que acabó con la célebre asamblea. En lo deportivo, Mijatovic acertó con Robben, Higuaín, Pepe, Marcelo... y sobre todo, como apuntas, consiguió dos ligas sacando al Madrid del lugar más oscuro de la galaxia.

    Respecto a Florentino en sí, se ha jugado muchísimo a caballo ganador. Pero si no gana (para rentabilizar su modelo hacen falta bastantes años de éxitos a un nivel altísimo), el batacazo será aún mayor que la inversión.

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